viernes, 9 de mayo de 2008

Como muchos new-bloggers, me hice del mío cuando estaba desempleada. La cosa cambió y me olvidé un rato de mi neo-nato. He aquí un poco de lo que ha pasado en estos dos meses.

Primero, el comienzo no fue fácil. Fue la segunda vez en mi vida que me encontré sin una ocupación formal, y los que saben como soy de obsesivo-workaholica me comprenderán. Fue una pausa de seis meses más una mudanza a una ciudad donde éramos sólo Vivis y yo.

Después vino el trabajo. ¡Qué bueno que no postee lo que pensaba en esas primeras dos semanas porque hubiera alarmado muchísimo a algunos! jaja. He pasado, sí, por un shock laboral-cultural, pero como me dijo mi coach ‘es interesante ver como le haces para ir a la superficie cuando te avientan al estanque’, jaja. En mi primera semana una babosa me estaba acusando de incompetente, no entendía acentos raros y sobretodo, extrañaba mal plan la apertura y el contacto cara a cara que tenemos en México. Ahora le doy más valor a lo que estoy aprendiendo, a lo comprometida que es la gente con su trabajo y al hecho de que no me ven como un numerito más. La gente te pregunta como ayudarte cuando tienes sobrecarga de trabajo; la diversidad se discute y se celebra; y muy a menudo tenemos discusiones formales sobre el desempeño de la gente en puestos senior. Increíble.

El otro día en la chamba una chica me dijo que tiendo a hablar en positivo aunque el agua me esté llegando al cuello. Eso es parte de mi esencia creo. Hablo de las cosas duras cuando ya pasaron, cuando no me causan problemas. Esa es mi forma de construir y hacer las cosas llevaderas. Ya veremos cómo van las cosas en seis meses ¿?!!